Las lesiones laborales son frecuentes en muchos sectores diferentes en Texas y en todo EE.UU. Una de las lesiones laborales más frecuentes son las lesiones cerebrales traumáticas, que en algunos casos pueden causar daños permanentes. Las lesiones cerebrales traumáticas se producen cuando los trabajadores son golpeados por objetos que caen, caen desde una altura o son aplastados por una pieza de equipo. Cualquier tipo de golpe fuerte en la cabeza puede hacer que el tejido blando del cerebro choque contra el hueso duro del cráneo, provocando hemorragias, hematomas e inflamación. Mientras que algunas personas muestran síntomas instantáneos de daño cerebral, otros casos pueden tardar días o incluso semanas en presentarse.
Los propios síntomas pueden ser difíciles de identificar, ya que algunos pueden estar enmascarados por otras enfermedades o afecciones. Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, los signos de traumatismo cerebral leve incluyen mareos, visión borrosa, confusión, fatiga, dolor de cabeza, problemas de concentración y fallos de memoria. De moderados a traumatismo cerebral grave puede implicar ataques, náuseas, convulsiones, debilidad muscular, temblores, dificultad para hablar, aumento de la confusión y entumecimiento de las extremidades.
La lesión cerebral traumática no sólo es difícil de diagnosticar, sino también de tratar. Se pueden tomar medidas para estabilizar al lesionado, pero es difícil reparar el tejido cerebral dañado. El tratamiento puede incluir logopedia, rehabilitación, fisioterapia, terapia ocupacional y asesoramiento, según las circunstancias de cada situación.
Los empresarios son responsables de proporcionar un entorno de trabajo seguro a sus empleados, lo que incluye una formación adecuada y el acceso a equipos de protección. Cuando se produce un accidente, los empleados deben alertar a su jefe lo antes posible y buscar tratamiento médico inmediato.