San Antonio se ha unido recientemente a las ciudades que cuentan con leyes de manos libres para mejorar la seguridad vial. Como tal, puede que piense que utilizar su altavoz Bluetooth u otro dispositivo manos libres le convierte en un conductor más seguro, además de respetuoso con la ley. Sin embargo, los dispositivos manos libres pueden ser más peligrosos de lo que crees.
Según U.S. News World Report, el 56% de los conductores encuestados por la Asociación Americana del Automóvil aprueba el uso del dispositivos manos libres mientras se conduce. La misma encuesta muestra que alrededor de dos tercios de los conductores no están de acuerdo con el uso de dispositivos electrónicos de mano cuando se está al volante, lo que demuestra una fe general en la seguridad de los dispositivos de manos libres en comparación con los de mano.
Se estima que alrededor del 25 por ciento de los accidentes de coche se atribuyen a la conducción distraída, o falta de atención. Esto ha llevado a muchos estados y ciudades de todo el país a promulgar leyes que prohíben enviar mensajes de texto mientras se conduce, pero en esos mismos estados no hay nada que impida utilizar los dispositivos de manos libres. Sin embargo, la fe en los dispositivos manos libres puede ser engañosa. Si conduces con la radio encendida, un estudio reciente demuestra que te distraerías tres veces menos que si utilizaras un dispositivo de voz a texto. Esto tiene sentido porque mientras tus manos están en el volante y tus ojos en la carretera, tu mente está pensando más en la tarea de voz a texto que en la conducción.
Cuando hablas con alguien mientras conduces, corres el riesgo de distraerte y, por tanto, de cometer errores. El mismo estudio mencionado anteriormente descubrió que solo había una ligera diferencia entre los conductores que llamaban a alguien utilizando un teléfono móvil de mano en comparación con un dispositivo de manos libres.
Hacer una llamada, así como escuchar la radio, utilizar el habla-a-texto y hablar con un pasajero implica una distracción cognitiva o mental. Esto puede impedirle ver otros coches, darse cuenta de una situación peligrosa o incluso reaccionar a tiempo. Por el mero hecho de mantener las manos en el volante y los ojos en la carretera, puede que no estés tan seguro como crees si sigues utilizando un dispositivo, aunque sea manos libres.