Cuando surge el tema de las lesiones en el lugar de trabajo, la mayoría de la gente piensa en lesiones físicas, como una conmoción cerebral por caerse de una escalera o huesos rotos por pillarse la mano con una máquina. Es posible que usted y otros residentes de Texas no se den cuenta de que muchos tipos de lesiones emocionales pueden ser tan devastadoras como las físicas, e incluso afectar a su capacidad para hacer su trabajo.
Considere, por ejemplo, la depresión, ansiedad o trastorno de estrés postraumático que pueden derivarse de trabajar en un entorno tóxico o sufrir un accidente. Como explica la Clínica Mayo, estos trastornos emocionales pueden afectar a su calidad de vida y dificultar, si no imposibilitar, un rendimiento laboral eficaz. Usted podría desarrollar una lesión emocional relacionada con el trabajo de las siguientes maneras:
Además de ser psicológicamente perjudiciales, las lesiones emocionales también pueden pasar factura física. Después de sufrir durante varias semanas o meses un TEPT o una depresión, es posible que empieces a desarrollar síntomas físicos como dolores de cabeza, hipertensión, fatiga, aumento del ritmo cardíaco o dolor articular.
La mayoría de los trastornos emocionales relacionados con el estrés no se resuelven por sí solos. A menudo se necesita un diagnóstico médico y la recomendación de medicación o terapia para mejorar el estado mental. Es posible que tenga que solicitar una indemnización laboral si su trabajo ha contribuido a sus lesiones emocionales. Dado que este tema es complicado, esta entrada del blog no pretende sustituir el asesoramiento de un abogado.