Se puede pensar que un coche que circula por la carretera en San Antonio es un complejo sistema de componentes que tienen que funcionar en concierto para funcionar correctamente y mantener a salvo a sus ocupantes. Si este es el caso de un coche, cabe imaginar cuánto más complejo debe ser el funcionamiento correcto de un semirremolque o un tractor-remolque. El fallo de cualquiera de los componentes necesarios para que un vehículo de este tipo funcione puede producir a menudo resultados catastróficos y crear una escenario de pesadilla para los demás conductores en la carretera.
Este hecho se puso de manifiesto en un accidente devastador ocurrido recientemente en Nuevo México. El simple reventón de un neumático de un semirremolque hizo que su conductor perdiera el control de todo el vehículo. El semirremolque se salió de su tramo de autopista y cruzó la mediana en dirección contraria, donde colisionó con un autobús de Greyhound que se aproximaba y en el que viajaban 50 personas (incluido el conductor). Los daños sufridos por ambos vehículos fueron considerables: el camión acabó volcado en la autopista (con todo su contenido esparcido por la carretera) y toda la parte delantera del autobús quedó destrozada. En el accidente murieron 7 personas y muchas otras sufrieron heridas graves.
Según todos los indicios, se podría concluir que se trató simplemente de un desafortunado accidente. Pero incluso en ese caso, es probable que se lleve a cabo una investigación para determinar la causa del reventón del neumático del camión. Si se descubre que el mantenimiento era deficiente, el camionero y/o la empresa para la que trabaja podrían ser acusados de negligencia. Quienes aleguen una negligencia similar en casos como éste pueden querer trabajar con un abogado para determinar si deben o no emprender acciones legales.