Dado el número de conductores que circulan por las carreteras de San Antoni, los accidentes de tráfico son casi inevitables (a pesar de los esfuerzos de los residentes locales por aplicar prácticas de conducción defensiva). De hecho, según la información facilitada por el Asociación para la Seguridad de los Viajes Internacionales por CarreteraCada año, 2,35 millones de estadounidenses sufren lesiones en accidentes de tráfico. Es cuando los conductores no intentan conducir a la defensiva cuando los que sufren accidentes provocados por ellos se cuestionan su aptitud para estar al volante. Ese cuestionamiento puede llegar incluso a preguntarse quién permitiría que un conductor así tuviera acceso a un vehículo.
El principio jurídico de Confianza negligente permite a las víctimas de accidentes de tráfico asignar responsabilidad indirecta a los propietarios de los vehículos que causaron sus accidentes (incluso si esos propietarios no conducían sus vehículos en ese momento). La lógica que sustenta esta doctrina es que los propietarios de vehículos deben ser responsables cuando prestan sus coches a otras personas y no permitir que conductores que han demostrado ser imprudentes o inexpertos al volante tengan acceso a sus vehículos.
La norma para aplicar la doctrina de la negligencia en la entrega a los casos de accidente de tráfico en el Texas ha sido establecida en sentencias de tribunales estatales. Es la siguiente:
Según esta norma, los casos en los que un vehículo se utilizó sin el permiso del propietario no cumplirían los requisitos.