Cuando conducir es una parte habitual de tu día a día, es fácil olvidar que estás manejando una maquinaria peligrosa cada vez que te pones al volante. El coche medio estadounidense pesa unas dos toneladas y puede circular a velocidades legales de hasta 130 km/h en algunas carreteras interestatales. Pero aunque la mayoría de los conductores entienden las graves implicaciones de conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol, no se puede decir lo mismo cuando se trata de conducir distraído.
Según la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), la conducción distraída incluye cualquier actividad que desvíe tu atención de la conducción. Solo en 2017, más de 3.000 personas murieron en accidentes en los que estaba implicado un conductor distraído, lo que supone el 9% de los accidentes mortales en carretera. Mientras que el uso del móvil supuso la friolera de 14% de esas muertes por distracción al volante, hablar con los pasajeros, juguetear con el GPS o la radio y comer o beber también desvían la atención del conductor de la carretera.
Apartar los ojos de la carretera durante unos segundos puede parecer un acto inofensivo, pero la realidad es que no se puede conducir con seguridad a menos que la conducción tenga toda su atención. Apartar los ojos de la carretera incluso durante cinco segundos cuando se viaja a 55 mph equivale a conducir la longitud de un campo de fútbol con los ojos cerrados.
Si bien el número de muertes relacionadas con la conducción bajo los efectos del alcohol en 2017 superó con creces el número de muertes relacionadas con la conducción distraída, los conductores distraídos están en la carretera con mucha más frecuencia. Aunque la mayoría de los accidentes por conducción bajo los efectos del alcohol se producen los fines de semana entre medianoche y las 3 de la madrugada, Los conductores distraídos circulan prácticamente a cualquier hora del día, incluso cuando es probable que usted mismo esté en la carretera.
Según ZenDrive, una empresa que estudia los comportamientos al volante, 40% de los conductores utilizan el teléfono al menos una vez en cualquier momento del día. Ese porcentaje medio se eleva a 72% de conductores que utilizan el teléfono entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde, es decir, en las horas habituales de desplazamiento al trabajo.
Aunque no puedes evitar que otros conduzcan distraídos, hay medidas fáciles que puedes tomar para evitar distraerte tú mismo:
Conducir distraído pone en peligro a todos los que circulan por la carretera y no es más seguro que conducir bebido. Concéntrate en la carretera para llegar siempre a casa sano y salvo.