La gente se lesiona en el desempeño de su trabajo de muchas maneras, desde accidentes eléctricos en las obras de construcción hasta lesiones por esfuerzo repetitivo que se producen entre los trabajadores de oficina. Independientemente de la línea de trabajo de cada uno, los puestos de trabajo pueden llegar a ser muy exigentes en ciertos momentos, ya sea porque hay que cumplir objetivos difíciles o porque un negocio se vuelve inusualmente agitado debido a las demandas estacionales. Cuando los trabajadores se encuentran en un escenario de alta presión, pueden ser más propensos a lesionarse en un accidente de trabajo.
Hay muchas razones diferentes por las que los entornos de alta presión pueden aumentar la probabilidad de un accidente relacionado con el trabajo. Por ejemplo, alguien puede estar lidiando con una intensa cantidad de estrés, lo que podría causarle dificultades para dormir por la noche e interferir con su capacidad para realizar sus tareas laborales de forma segura y adecuada. O bien, un entorno de alta presión puede distraer mucho, con trabajadores y clientes corriendo frenéticamente de un lado a otro, y esto puede ser una atmósfera muy peligrosa para los trabajadores.
A veces, a los trabajadores se les pide que vayan más allá para ayudar a la empresa para la que trabajan a superar una época del año de mucho trabajo o una situación exigente. Por desgracia, esto puede hacer que algunos se comporten de forma errática o ignoren ciertas medidas de precaución por falta de tiempo. El estrés por sí solo puede hacer que la gente cometa errores críticos y se comporte de manera inusual.
Si ha sufrido lesiones en un accidente debido a una gran carga de trabajo, a un entorno de mucha presión o a cualquier otro motivo, es imprescindible que conozca bien sus opciones legales y los distintos recursos que pueden ayudarle a avanzar, especialmente desde el punto de vista jurídico.