Según la Oficina de Estadísticas Laborales, en 2018 se produjeron 5.250 víctimas mortales en el lugar de trabajo. Esto supuso un aumento de 2% con respecto a 2017, pero la tasa de mortalidad por cada 100.000 trabajadores a tiempo completo en Texas y en todo el país se mantuvo estable en 3,5%. Los datos del BLS indicaron que hubo un aumento de 12% en las muertes en el lugar de trabajo causadas por trabajadores con sobredosis intencional de drogas o alcohol. Además, hubo un aumento de 11% en el número de trabajadores que se quitaron la vida en 2018.
Los accidentes de transporte representaron alrededor del 40% de los accidentes y otros problemas de seguridad de los que se ocuparon las empresas. Los conductores de ventas y de camiones de gran tonelaje eran los más propensos a verse implicados en un accidente mortal. En Consejo Nacional de Seguridad afirma que estas cifras demuestran que los empresarios deben hacer más para proteger a sus trabajadores. Lo ideal es que los directivos y otros líderes de la organización creen una cultura que respete y dé prioridad a la seguridad de los trabajadores. Con una gestión adecuada de la cultura, puede ser posible crear y establecer políticas que los trabajadores apoyen en unos 12 meses.
Para que los empleados se adhieran a este plan, la seguridad debe ser algo más que una palabra de moda. En su lugar, los directivos deben demostrar la seriedad con la que se la toman. Si tienen éxito, pueden aprovechar la seguridad en el trabajo como una herramienta de marketing que puede ayudar a la empresa desde un punto de vista financiero.
Personas perjudicadas por condiciones de trabajo inseguras puede tener derecho a prestaciones de compensación de los trabajadores. Un abogado puede ayudar al cliente a preparar y presentar la reclamación y defenderla en una audiencia posterior si se impugna o deniega.