Durante las horas de mayor tráfico en las calles y carreteras del San Antonio, puede ser fácil para los conductores exasperarse y enfadarse por los retrasos y la conducta de otros conductores. Actuar a través de comportamientos al volante puede parecer una respuesta natural. De hecho, según las estadísticas publicadas por The New York Times, el 80% de los automovilistas admiten que fueron culpables de conducción agresiva como ir a rebufo, tocar el claxon y gritar a otros conductores.
Aunque estos gestos de enfado pueden expresar simplemente la frustración de una persona, también pueden ser peligrosos. Cortar el paso a otros vehículos en el tráfico o seguirlos demasiado de cerca eleva el riesgo de accidente. No solo eso, un estudio reveló que, con 126 incidentes de enfrentamientos entre conductores con armas de fuego entre 2014 y 2016, Texas ocupó el segundo lugar en la nación.
La Fundación AAA para la Seguridad en el Tráfico recomienda a los conductores que tomen las siguientes precauciones para reducir el riesgo de sufrir un accidente de tráfico:
Cuando un automovilista está enfadado, puede ser difícil o imposible calmar la situación debido a las dificultades de comunicación entre vehículos. Lo mejor que puede hacer alguien es minimizar las posibilidades de que se produzca un nuevo enfrentamiento.
Un conductor debe evitar el contacto visual con un motorista agresivo para que haya menos posibilidades de que se malinterprete una expresión facial. Salirse de la carretera puede aumentar las probabilidades de un encuentro cara a cara, pero conducir hasta una comisaría de policía o de bomberos o hasta un lugar público concurrido disminuye las posibilidades de violencia. Quienes se vean perseguidos por un conductor enfadado deben llamar al 911.