Mientras un empleado se recupera de una lesión laboral, un médico puede determinar que no puede desempeñar con seguridad las funciones de su antiguo puesto de trabajo. Sin embargo, eso no quiere decir que la persona no pueda trabajar en absoluto. Según el Departamento de Seguros de Texas, cuando los empleados vuelven al trabajo en condiciones médicamente aceptables lo antes posible, es menos probable que sufran depresión o desarrollen otros problemas que puedan dificultar la recuperación.
El TDI explica que muchas empresas tienen programas de reincorporación al trabajo. Un médico evalúa el estado de salud del trabajador y determina qué funciones puede realizar sin causar problemas de seguridad o de salud, y a continuación comunica las limitaciones y capacidades a la empresa. La empresa puede entonces permitir que el trabajador realice las funciones de su puesto que entran dentro de la descripción, o puede ofrecerle un trabajo diferente durante la recuperación. Esto se conoce como oferta de empleo de buena fe.
Las prestaciones médicas de un trabajador no se ven afectadas en absoluto por participar en un programa de reincorporación al trabajo, y aceptar la oferta de trabajo no implica necesariamente que el trabajador deje de percibir prestaciones temporales de ingresos. Éstas pueden seguir estando disponibles mientras el trabajador esté incapacitado pero no haya sido clasificado como que ha alcanzado la mejoría médica máxima por el médico. No obstante, la cuantía de las prestaciones de ingresos puede ajustarse en función de los ingresos actuales. Si el trabajador no puede continuar en el programa, puede volver a percibir la cuantía íntegra de las prestaciones temporales de ingresos.